Las abuelas siempre han dicho que las legumbres hay que comerlas “ de un día para otro”. ¿Sabrían ya ellas lo que era el almidón resistente? Seguramente no, pero igual sí notaban los beneficios de esperar 24 horas para consumir las legumbres.

Patatas, batatas, zanahorias, avena, legumbres, o arroz recién cocinado nos aportarán un almidón que vamos a absorber fácilmente y nuestras células usarán esa glucosa sin dificultad.

Sin embargo, si dejamos enfriar estos alimentos cambiará la estructura del almidón y se hará más resistente a nuestras enzimas digestivas. Serán nuestras bacterias intestinales (microbiota) las que se alimenten de este almidón resistente, actuando de este modo como prebiótico. Además los niveles de glucosa en sangre se incrementarán menos y de forma más lenta, ideal para pacientes con Diabetes Mellitus, Síndrome de Ovario Poliquístico y otros casos de Resistencia a la Insulina. Aunque estos pacientes deberían siempre añadir verduras en estas ingestas.

Los Prebióticos son hidratos de carbono que no digerimos ni absorbemos y llegan intactos al colon para servir de alimento a nuestras bacterias. Éstas lo fermentarán, produciendo gases y ácidos grasos de cadena corta (acetato, butirato, propionato). Otro día hablaremos del butirato, ya que juega un papel fundamental en la composición de nuestra microbiota y en su relación con el Sistema Inmunológico, además de tener propiedades antiinflamatorias.

Entonces ¿el almidón resistente es ideal para cualquier persona? Pues no, siempre hay que individualizar en temas de Nutrición Terapeútica. Aquellas personas que padezcan SIBO (Small Intestinal Bacterial Overgrowth) verán aumentada su sintomatología de gases e hinchazón abdominal al consumir prebióticos. Pero si no es tu caso, vamos a darte unas recomendaciones prácticas:

  • Ejemplos de elaboraciones para incluir en tu menú semanal: legumbres, guisos de patatas, batata horneada, arroz o quinoa cocidos…
  • Cocina cantidad para varios días y reserva en la nevera.
  • Ve consumiendo a lo largo de la semana, ya sea como plato principal o usándolos como guarnición.
  • Puedes tomarlos fríos o recalentados (intenta no pasarte de temperatura).

Ahora ya conoces los beneficios del almidón resistente y lo fácil que es introducirlo en tu rutina diaria.