La falta de sueño afecta negativamente a nuestra salud, se ha relacionado con mayor incidencia de obesidad, enfermedades cardiovasculares, diabetes, depresión o ansiedad. Uno de los principales problemas de la sociedad en que vivimos es que no damos la importancia necesaria a tener nuestras horas de sueño adecuadas, y de calidad. Además durante el día nos sentiremos somnolientos, cansados y con poca energía, cualquier tarea requerirá más esfuerzo por nuestra parte, algo similar a los efectos que provoca el alcohol.

Si a la persona le cuesta concentrarse o refiere cansancio y somnolencia durante el día, y además es obesa, hipertensa y roncadora una de las causas a descartar es el Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño ( SAOS). Es una enfermedad causada por una obstrucción de la vía aérea que conlleva una apnea (no respiramos) durante unos segundos, lo que provoca una mala oxigenación de la sangre, un sueño de mala calidad y poco reparador.

Hay trabajos que relacionan el huso horario español con el déficit de sueño habitual en nuestro país. También podemos pensar en una cuestión cultural  y en los hábitos televisivos y de ocio, que ocasionan que los españoles nos vayamos tarde a la cama.

Según publica la revista Nature Medicine, un equipo internacional de investigadores han comprobado que la falta de sueño dificulta la capacidad de comunicación entre las células cerebrales, lo que puede afectar negativamente a nuestra memoria y percepción visual. Provoca que nuestras neuronas respondan de forma más lenta y menos eficaz, un efecto similar al que ocasiona beber alcohol.

Debemos intentar seguir una rutina que nos ayude a conciliar el sueño y a que éste sea de calidad: cenar pronto, no utilizar el teléfono ni el ordenador justo antes, no tener la televisión encendida en la habitación, estar a oscuras, acostarnos a la misma hora.