¿No te gusta tu nariz? Hoy te hablamos de las distintas opciones que la medicina te ofrece. La rinomodelación consiste en la infiltración de un producto de relleno para hacer pequeñas modificaciones en la forma de la nariz. Es un procedimiento no invasivo que se realiza en consulta, el paciente se incorpora a su vida inmediatamente. No todos los pacientes son candidatos a una rinomodelación, ésta sirve para corregir o disimular pequeños defectos, obteniendo una nariz más armónica con la cara, a gusto del paciente que no quiera pasar por quirófano.
Los resultados no son permanentes, ya que los productos de relleno habitualmente usados se acaban reabsorbiendo con el tiempo, que es una de las ventajas frente a la rinoplastia, el carácter temporal. Habrá que retocar al año o a los dos años, según el producto infiltrado.
Hay que diferenciarlo de la rinoplastia, que es una intervención quirúrgica donde se modifica la estructura nasal. Se realiza en quirófano, con anestesia general, y es una de las operaciones estéticas más demandadas. El paciente deberá llevar una pequeña escayola postoperatoria durante un tiempo.
La rinomodelación no sirve para disminuir el tamaño de la nariz ni está indicada para solucionar problemas respiratorios, pero sí puede conseguir una nariz más simétrica, disimular un caballete pronunciado o elevar la punta de la nariz. Es un procedimiento rápido y poco doloroso, el paciente sale de la consulta sin vendajes pudiendo seguir su vida normal inmediatamente.
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