Todos sabemos que nacemos con un material genético que heredamos de nuestros padres, tenemos nuestra secuencia de ADN y nuestro propio epigenoma. Este ADN que tienen nuestras células nos predispondrá a algunas patologías, pero serán nuestros hábitos de vida los que determinen que algunos genes se expresen o no para acabar desarrollando esa enfermedad (epigenética).

Nacemos y morimos con el mismo genoma, pero nuestro epigenoma va a variar mucho, es dinámico. Los factores externos pueden provocar la metilación del ADN ocasionando un cambio en la expresión de los genes y con ello la patología.

Así que la Genética no lo es todo, será la Epigenética el factor fundamental en nuestra calidad de vida. Por ello, dos hermanos gemelos poseen el mismo ADN, pero tendrán distinto carácter, distinta composición corporal, distintas patologías…

Nosotros seremos protagonistas de nuestros propios síntomas o enfermedades según nuestra alimentación, nuestros hábitos (actividad física, tabaco…), contaminación, etc.

Por desgracia también existen las enfermedades genéticas hereditarias, donde hay mutación de algún gen de nuestro ADN, que ocasionará proteínas anormales que no harán bien su función.

Me parece importante resaltar que los cambios epigenéticos que generemos en nuestro ADN con nuestro estilo de vida pasarán a nuestros hijos y se mantienen varias generaciones. Así que si no lo queremos hacer por nosotros, hay que intentarlo por ellos.

Lo ideal es adoptar unos hábitos saludables previos a la fecundación y embarazo si queremos dejarle el mejor ADN  posible a nuestra descendencia.

La epigenética también está relacionada con el envejecimiento. En un futuro podría haber fármacos que consigan mejorar nuestra longevidad modificando la forma en la que se pliega el ADN.

Me parece apasionante el campo de la Epigenética. Además en España contamos con grandes investigadores y conocedores del tema.